Posiblemente, el jamón sea el elemento estrella de la cultura gastronómica española. Un producto que todo el mundo asocia a nuestra dieta, nuestra forma de disfrutar la cocina tradicional. Los turistas de todos los rincones del mundo, cuando piensan en España, imaginan la paella, las sevillanas, o los toros…pero el jamón es una de los pocos tópicos que cumplimos a la perfección. Por eso, todos tenemos o hemos tenido alguna vez en la vida uno en nuestra casa.
Los hemos compartido, degustado y disfrutado, pero: ¿Cómo se corta un jamón? Nosotros no somos cortadores expertos, pero sí que lo somos en cuchillos, así que os podemos decir que hay más de un cuchillo adecuado para trabajar este alimento, a parte del típico cuchillo jamonero.
Tres cuchillos esenciales
Si queremos cuidar el jamón y cortarlo de manera correcta, lo primero que debemos hacer es utilizar un cuchillo carnicero. Estos cuchillos suelen ser forjados, para soportar la fuerza que hacemos contra el jamón y, con él, se puede extraer la piel y la grasa sobrante del jamón con más facilidad
El siguiente a utilizar sí que es el cuchillo jamonero. Suelen ser estrechos y flexibles, con lo que es un utensilio ideal para cortar el jamón y cuidarlo correctamente. El Global G-10 y el G-95 son dos ejemplos de jamoneros que cumplen con el diseño y las exigencias de los cortadores profesionales a la perfección
Una vez se llega a la cadera, es recomendable utilizar un cuchillo corto de puntilla para rodear el hueso. Ni se os ocurra tirar la carne sobrante; cortándola en tiras y tacos, se puede comer gustosamente.
Hay que tener claro que esto son recomendaciones. No es indispensable utilizar estos cuchillos, pero sin lugar a dudas es la mejor manera de cortar y cuidar nuestro jamón.